Una historia de amor

El Taj Mahal es un de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y se encuentra en la ciudad de Agra, en India.

Es un ejemplo de arquitectura mogola, la cual agrega elementos de las arquitecturas islámica, persa, india e incluso turca.

Todos hemos visto muchas imágenes de este complejo de edificios, aunque no muchas personas conocen la historia detrás de este bello monumento.

Un príncipe mogol llamado Kurram se enamoró perdidamente de una princesa persa cuando tenía quince años. Después de esperar cinco años, durante los cuales no les fue permitido verse, contraen matrimonio en 1612.

Durante la ceremonia de la boda, el emperador la bautiza Mumtaz Mahal (la joya del palacio). El príncipe fue coronado emperador en 1628 con el nombre Sha Jahan, que proviene del persa y significa "rey del mundo", y reinó en paz.

Mumtaz no era la única esposa del emperador, pero era su favorita debido a su magnífica belleza, candor y bondad.

Mumtaz dio a luz a su decimocuarto hijo en 1631, muriendo debido a complicaciones en el parto a los 38 años de edad.

El emperador quedó desconsolado y decretó luto nacional durante dos años. Shah Jahan abandonó la vida de lujos que llevaba y ordenó que se construyera un monumento como jamás se hubiese visto para tumba de su esposa, a lo que se dedicó el resto de su vida.

Las más grandes riquezas fueron reunidas en Agra: fino mármol blanco, jade, cristal, turquesas, lapislázuli, ágatas, zafiros, amatistas, corales, cuarzos y ámbar. Y así se construyó el Taj Mahal.

Su nombre es una abreviatura de Mumtaz Mahal (en hindi se pronuncia /tazh majál/). El exterior está decorado con dibujos islámicos y piedras semipreciosas, incrustadas en el blanco mármol. En la parte superior del edificio hay una cúpula espléndida rodeada de cuatro domos más pequeños, y en los extremos de la plataforma hay cuatro torres que fueron construidas con una leve inclinación para que, si se caían, no afectaran al edificio principal.

La simetría del Tah Mahal es perfecta, excepto por las tumbas interiores. La tradición dictaba que las tumbas masculinas fuesen más grandes que las femeninas.

La obra llevó veinte años y trabajaron en ella unos veinte mil obreros indios y persas, así como mil elefantes.

Cuando Sha Jahan murió también fue enterrado aquí. Actualmente, los restos de ambos se encuentran en una pequeña recámara debajo de la cúpula del mausoleo.