Desastre tóxico en Hungría

El colapso del reservorio en una fábrica de aluminio (donde se encontraban los desechos del refinamiento de la bauxita) en Hungría el pasado 6 de octubre causó una avalancha de lodo corrosivo que se derramó sobre una zona de 40 km2.

Un millón de toneladas de lodo tóxico fueron vertidas desde la fábrica, arrasando varios poblados y contaminando ríos.

Se han vertido toneladas de yeso desde los puentes sobre el Río Marcal para tratar de contener la ola tóxica que aniquila todo rastro de vida a su paso pero no se pudo evitar que alcanzara al Río Danubio, que se encuentra a unos 100 kilómetros, aunque en forma diluida. La contaminación destruyó el ecosistema de los ríos Torna y Marcal.

Este barro rojo, incluso cuando se seque, puede contaminar el aire y con los vientos extender su poder destructor.

Se sospecha que la empresa propietaria sobrecargó los depósitos. Su director general está detenido y la sociedad podría tener que pagar hasta 73 millones de euros de multa.

El derrame ha causado al menos ocho muertos, varios desaparecidos y unos 150 heridos. El incidente fue descrito como la peor catástrofe ecológica en el país.