Frutas exóticas # 1

La granada es originaria de la región que abarca desde Irán hasta el norte de los Himalayas en India. Fue cultivada en toda la región del Mediterráneo desde la Antigüedad.

Es una de las llamadas superfrutas porque es rica en antioxidantes, calcio, magnesio, hierro, potasio, manganeso, cobre, zinc y vitaminas C, B y E.

La fruta del dragón (o pitaya)fue descubierta por los conquistadores españoles en México, Colombia, Centroamérica y las Antillas.

Es el fruto de una cactácea y tiene muy bajo valor calórico, ya que apenas contiene hidratos de carbono.

Su sabor es exquisito, como agua azucarada, muy fino y delicado. Se consume como fruta fresca cortándola para exponer la pulpa, pero también puede utilizarse en cócteles y refrescos.

Alguna vez vieron una cidra con dedos? Y una mano de Buda? Esta fruta se llama justamente así: Mano de Buda.

Es una cítrico de apariencia muy extraña que posee dedos o segmentos amarillos o verdes unidos a su base.

Como algunos tipos de naranja, el fruto de este árbol puede ser dulce o agrio, aunque en ambos casos la pulpa es áspera y poco apetecible. La cáscara de la fruta se puede caramelizar y queda deliciosa en infusión con alcohol o hecha licor.

Es muy fragante y es usada principalmente en China y Japón para perfumar habitaciones y objetos personales como la ropa.

El ackee es la fruta nacional de Jamaica, traída desde Africa alrededor de 1778.

Desde entonces ha sido un ingrediente importante en la cocina del Caribe, cultivándose en áreas tropicales y subtropicales de todo el mundo.

La fruta, de color amarillo, tiene la forma de una cápsula oblonga y contiene tres arilos carnosos de color crema. No es enteramente comestible, sólo se consumen los arilos.

El ackee cerrado es venenoso, pero en cuanto se abre por la exposición al sol la fruta madura amarilla puede comerse de forma segura y tiene un sabor y una textura parecidos a los de unos huevos revueltos. Su consumo cuando no está maduro produce vómitos y casos de intoxicación fatales.

Durante años los consumidores se las arreglaron para ubicar esta gran fruta casi esférica en el refrigerador y también estaba el problema de calar la sandía siendo que ésta no paraba de rodar.

Pero hace más de veinte años a un granjero de Shikoku, Japón, se le ocurrió cómo resolver el problema. Cultivó las sandías en cajas de vidrio para que la fruta asumiera la misma forma al crecer. De este modo, la sandía cúbica ahora se puede embalar y almacenar fácilmente.

Esta sandía hace sólo unos años que se hizo famosa y es muchísimo más cara que las sandías comunes (USD 75 según una empresa panameña que las exporta).