Una ardilla amiga
Soldados en Bielorrusia encontraron a una pequeña ardilla y se la llevaron a su suboficial, Pyotr Pankratau. La ardilla estaba muy débil y a punto de morir, así que el militar se hizo cargo de ella y la alimentó cada cuatro horas.
"Yacía inconsciente bajo un árbol. Tenía gusanos en la boca y el ojo derecho, yo se los saqué. Sin embargo, dos semanas después, todo volvió a la normalidad. Yo le daba de comer alimentos para bebé y leche a través de una jeringa ... Después le saliron los dientes y empezó a comer solo. Medio año después, lo llevé a vacunar y registrar", expresó Pyotr.
La ardilla, a quien llamó Minsk, lo acompañó durante todo el servicio militar. Ahora, dos años después, el par continúa siendo inseparable.
Pyotr dejó el ejército y trabaja como chofer de taxi, y la ardilla va siempre con él, no importa el lugar.
"Yacía inconsciente bajo un árbol. Tenía gusanos en la boca y el ojo derecho, yo se los saqué. Sin embargo, dos semanas después, todo volvió a la normalidad. Yo le daba de comer alimentos para bebé y leche a través de una jeringa ... Después le saliron los dientes y empezó a comer solo. Medio año después, lo llevé a vacunar y registrar", expresó Pyotr.
La ardilla, a quien llamó Minsk, lo acompañó durante todo el servicio militar. Ahora, dos años después, el par continúa siendo inseparable.
Pyotr dejó el ejército y trabaja como chofer de taxi, y la ardilla va siempre con él, no importa el lugar.
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