Un perro irreconocible

La Sociedad Protectora de Animales de Quebec (SPA) tuvo que tratar, y lo que es más importante, asear a un perro callejero que se encontraba extremadamente sucio y abandonado.

Su pelo estaba tan largo y apelmazado que el animalito parecía tener un tamaño mucho más grande. Además, la suciedad que había acumulado era tan significativa que se le había formado una gruesa costra.

Seis empleados de la SPA trabajaron durante tres horas para afeitar y acicalar al pequeño can.

Una clínica veterinaria local lo atendió por casi una semana y luego regresó a la SPA.

El animalito, cuya edad se estimó en unos diez años, fue adoptado dos días después de haber regresado de la clínica. Su comportamiento fue muy amistoso con los empleados de la SPA. Es una historia con final feliz para el desdichado can.

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