Los gusanos parásitos más horribles # 2

Advertencia: este post contiene imágenes que pueden afectar la sensibilidad.

Este parásito se llama Wuchereria bancrofti y causa la filariasis linfática, transmitida por varias especies de mosquitos. Cuando el mosquito infestado se alimenta, la deposita en la sangre del huésped en su forma larval, que migra hacia los ganglios (generalmente la ingle y el área genital) donde se desarrolla en un lapso de un año hasta la forma adulta.

Los síntomas son hinchazón, lesiones y mala circulación. Luego los ganglios se endurecen, impidiendo que el sistema linfático funcione correctamente. De no tratarse, puede llevar a la elefantiasis -una hinchazón grotesca de la piel y el tejido generalmente en las extremidades-, e incluso a la muerte.

Elefantiasis en las piernas

Una de las cosas que hace que este gusano sea tan ingenioso es la manera (así como detestable) es la manera en la que exitosamente ha perpetuado su población durante miles de años.

Luego de que la larva se aloja en el sistema linfático, lentamente migra hacia los pulmones, donde descansa de día moviéndose hacia los vasos sanguíneos periféricos durante la noche, a la espera de ser succionada por un mosquito hambriento. De esta manera, el ciclo se mantiene continuo.

Brugia malayi es otro nemátodo que causa filariasis en humanos. La enfermedad es transmitida por mosquitos, limitada a regiones tropicales de Asia.

El ciclo de vida del Brugia malayi es similar al del Wuchereria bancrofti, pero se diferencia en que el mosquito vector es diferente.

El gusano de Guinea es uno de los mejor documentados parásitos de los humanos. Tiene alrededor de un metro de largo y el espesor de un fideo spaghetti, produciendo una enfermedad dolorosa y deformante llamada dracunculiasis, que causa llagas ulcerosas en la piel.

Cuando los humanos beben agua estancada contaminada con los huevos de este nemátodo, con el tiempo da lugar a un gusano hembra delgado que excava su camino por los brazos o más probablemente las piernas. Allí asume una posición bajo la piel, antes de abrirse paso hacia afuera a través de una ampolla que trae un dolor insoportable al desafortunado huésped.

La enfermedad no tiene cura; lo mejor que se puede hacer es extraer el gusano pero con sumo cuidado de que no se rompa, ya que daría lugar a un shock anafiláctico y la muerte. Hay que enrollar el extremo del gusano que asoma por la herida a un palito y continuar enrollando hasta que salga por completo.

Gusano de Guinea siendo retirado de un pie

El dolor como de quemadura a menudo lleva a la persona afectada a sumergir sus extremidades en agua fría para el deleite del gusano, que procede a liberar cientos de miles de larvas, infestando el agua y comenzando así el ciclo de nuevo.

Como ya vimos en la otra foto, el huésped usa el truco del palito para sacar el gusano, lo que puede llevar varias semanas de agonía y debilitamiento.

Ascaris lumbricoides es el parásito más familiar para los humanos y también es llamado "lombriz intestinal". Es el nematodo más grande que nos puede parasitar, llegando a medir 25 cm de largo.

Se instala en el intestino delgado del huésped utilizando su característica boca, que está rodeada por tres labios.

Infestación masiva de ascaris en un niño

Al Ascaris le gustan las condiciones cálidas y húmedas para vivir, con falta de higiene, causando un dolor particularmente severo en la parte trasera para los jóvenes. Sin embargo, mientras que la larva de los más pequeños parientes del Ascaris tiende a penetrar la piel de los posibles anfitriones, la infección en este caso se produce a través del consumo de alimentos contaminados con heces que contienen huevos de Ascaris.

La larva entonces eclosiona y migra a través del intestino y el sistema respiratorio, antes de ser finalmente re-tragado y de habérsele permitido madurar, anclado perfectamente a la pared intestinal. La hembra entonces puede poner cientos de miles de huevos al día.

25% de la población mundial se encuentra infestada de Ascaris y se lo contrae al ingerir sus huevecillos, que se encuentran en el suelo contaminado.

Puede producir anemia, pérdida de peso, diarrea, malestar general, fiebre y oclusión del intestino, matando a 20.000 personas por año.

La tenia saginata es un platelminto parásito que usualmente tiene entre 2 y 5 m de longitud, aunque puede crecer hasta alcanzar los 10 - 12 m.

Armada con poderosas ventosas y dientes, la tenia se alimenta y va creciendo.

A pesar de su tamaño, la tenia saginata no es especialmente peligrosa. La enfermedad que produce se denomina teniasis y su fase intermedia transcurre en el ganado vacuno, siendo el hombre su único huésped definitivo en su forma adulta.

Se evita no comiendo carne a medio cocinar y los síntomas incluyen náuseas y obstrucción intestinal.

Los gusanos parásitos más horribles # 1

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