Cómo podría ser el aspecto del rostro humano en 100.000 años
El artista e investigador Nickolay Lamm se ha asociado con un genetista computacional, el Dr. Alan Kwan, para investigar e ilustrar cómo podríamos vernos en 20.000 años en el futuro, así como en 60.000 años y 100.000 años.
Lamm dice que esto es "una posible línea de tiempo" donde, gracias a la tecnología de la ingeniería del genoma cigóticos, nuestros seres futuros tendrían la capacidad de controlar la biología humana y la evolución humana.
Kwan basa sus predicciones en cómo podrían ser las condiciones de vida en el futuro, el clima y los avances tecnológicos. Uno de los grandes cambios será una frente grande, especula Kwan. El espera que la cabeza humana tienda a ser más grande para dar cabida a un cerebro más grande.
Kwan destaca que en 60.000 años a partir de ahora, nuestra capacidad de controlar el genoma humano también hará que el efecto de la evolución de nuestros rasgos faciales sea discutible. Al convertirse la ingeniería genética en norma, "el destino del rostro humano será determinado cada vez más por los gustos humanos".
Los ojos se hacen más grandes, ya que los intentos de colonizar el sistema solar de la Tierra y más allá hará que las personas vivan en los ambientes más oscuros de colonias más lejos del Sol que la Tierra. Del mismo modo, la piel se volverá más pigmentada para disminuir el daño de la nociva radiación UV fuera del protector ozono de la Tierra.
Habrá otras necesidades funcionales: fosas nasales más grandes para una respiración más fácil en ambientes fuera del planeta, el pelo será más denso para contener la pérdida de calor al tener una cabeza más grande.
Lamm dice que esto es "una posible línea de tiempo" donde, gracias a la tecnología de la ingeniería del genoma cigóticos, nuestros seres futuros tendrían la capacidad de controlar la biología humana y la evolución humana.
Kwan basa sus predicciones en cómo podrían ser las condiciones de vida en el futuro, el clima y los avances tecnológicos. Uno de los grandes cambios será una frente grande, especula Kwan. El espera que la cabeza humana tienda a ser más grande para dar cabida a un cerebro más grande.
Kwan destaca que en 60.000 años a partir de ahora, nuestra capacidad de controlar el genoma humano también hará que el efecto de la evolución de nuestros rasgos faciales sea discutible. Al convertirse la ingeniería genética en norma, "el destino del rostro humano será determinado cada vez más por los gustos humanos".
Los ojos se hacen más grandes, ya que los intentos de colonizar el sistema solar de la Tierra y más allá hará que las personas vivan en los ambientes más oscuros de colonias más lejos del Sol que la Tierra. Del mismo modo, la piel se volverá más pigmentada para disminuir el daño de la nociva radiación UV fuera del protector ozono de la Tierra.
Habrá otras necesidades funcionales: fosas nasales más grandes para una respiración más fácil en ambientes fuera del planeta, el pelo será más denso para contener la pérdida de calor al tener una cabeza más grande.
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