Arte con chocolate

Esta escultura de la Torre Eiffel de más de 3.5 m de altura hecha completamente de chocolate estaba en la estación de trenes St. Pancras, en Londres, desde donde parte el Eurostar hacia la capital francesa.

En el hotel Bryant Park Manhattan, Nueva York, se armó una suite de chocolate, con muebles y obras de arte hechos de esta delicia.

Las paredes estaban hechas de chocolate, así como la mesa, las sillas, la cama, la leña de la estufa, las velas y el sofá.

Este rascacielos de chocolate fue creado por el chef del Hyatt, Alain Roby. Con una altura de 6.4 m y un peso de 1.036,46 kg, el diseño se inspiró en el Rockefeller Center, el Empire State y el Edificio Chrysler, por eso todo aparece un poquito mezclado.

El chocolatero francés Patrick Roger fabricó un enorme y comestible árbol de Navidad que llevó cuatro toneladas de chocolate y un mes para terminarlo.

Los pedazos del árbol fueron subastados en un teletón francés para recaudar fondos para la lucha contra las enfermedades neuromusculares.

Las obras de arte del escultor Peter Anton han sido exhibidas en todo el mundo. El artista practica el "gigantismo", para lo que produce esculturas realistas y enormes.

Es especialmente conocido por sus inmensas esculturas de cajas de chocolates, conos de helado y barras de dulce de azúcar. En la imagen se ve una ciudad en bloque.

Este arte de chocolate, hecho de madera, yeso, cerámica y otros materiales, se ve tan real que uno se ve tentado a sacarle un pedacito a la escultura y comerlo.

Stephen J Shanabrook es un artista que reside en Nueva York y Moscú que usa los alimentos como medio y como metáfora.

Al utilizar materiales comunes como el chocolate, crea obras consideradas "benignas" que usa para explorar temas inquietantes como el deseo, la violencia y la muerte.

La imagen anterior se llama "Bombarderos suicidas". Las dos que siguen también le pertenecen.

"Evisceración de momentos esperados"

"Dos amigos durmiendo"

Los retratos de chocolate son una expresión artística cada vez más popular. El enfoque está en la apariencia, no en el sabor, así que tal vez no sean tan buenos para comer. Lo que sí es seguro que son piezas extremadamente intrincadas y que llaman la atención.

La ventaja del chocolate es que viene en una gran variedad de colores y tonos, y que es maleable pero a la vez suficientemente duro para mantener la forma. A través de la escultura y una manipulación cuidadosa, los artistas del chocolate pueden crear representaciones increíblemente realistas.

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