Mesotelioma

El asbesto, también llamado amianto, es un producto mineral que, por sus características de gran durabilidad, flexibilidad, resistencia a altas temperaturas y bajo costo, ha tenido una gran variedad de usos, desde materiales para la industria de la construcción (como tejas, pinturas y tuberías) hasta partes para la industria automotriz (pastillas de freno, embrague, componentes de la transmisión).

La inhalación de fibras de asbesto es altamente perjudicial para la salud, provocando diferentes enfermedades con una elevada tasa de mortalidad. Es por eso que el uso del asbesto ha sido prohibido en casi todo el mundo, aunque en algunos países no desarrollados se continúa usando. No hay ningún nivel de exposición que no sea peligroso.

El mesotelioma es un raro tipo de cáncer que se produce por contaminación por asbestos. Se origina en el mesotelio, que es la membrana que recubre los órganos del cuerpo. El lugar más común que suele afectar es la pleura (el delgado tejido que recubre los pulmones y la cavidad torácica) en un 70 - 90 % de los casos,  pero también puede desarrollarse en el peritoneo (la capa que recubre el abdomen) en un número inferior de casos.

La mayoría de las personas que desarrolla este tipo de tumor canceroso han trabajado en lugares donde inhalaron asbesto o estuvieron expuestos a polvo y fibras de asbesto en otra maneras. Se ha sugerido también que lavar la ropa de un familiar que trabaja con asbesto incrementa el riesgo de desarrollar mesotelioma.

Puede que los síntomas del mesotelioma no aparezcan hasta pasados de veinte a cincuenta años de la exposición. El mesotelioma que afecta la pleura puede causar estos signos y síntomas: tos o ronquera, sangre en el esputo, dificultad para respirar, dolor en la pared torácica, acumulación de líquido, fatiga o anemia.

Diagnosticar el mesotelioma es bastante difícil debido a que sus síntomas son similares a los de otras enfermedades. Se necesita realizar rayos X y tomografía torácica. Para confirmar el diagnóstico es necesario realizar una biopsia (extracción de una muestra del tejido en cuestión).

El pronóstico para el mesotelioma maligno sigue siendo decepcionante, aunque ha habido algunas mejoras modestas en el pronóstico por nuevos tratamientos de quimioterapia y terapia multimodal. Es un cáncer difícil de tratar. El tratamiento en sus etapas tempranas tiene -obviamente- un mejor pronóstico, pero la cura es muy poco frecuente. Por lo general cura no existe, a menos que la enfermedad sea detectada temprano y el tumor se extirpe por completo quirúrgicamente. Lamentablemente, cuando se diagnostica la enfermedad ya está demasiado avanzada para efectuar una cirugía en la mayoría de los casos.

El tratamiento para reducir los síntomas incluye quimioterapia, radioterapia o una combinación de ellas. El pronóstico depende de la etapa en la que se encuentre el tumor, la edad del paciente y su salud general, si la cirugía es una opción y la respuesta al tratamiento. Sin tratamiento, el paciente promedio con mesotelioma llega a vivir unos nueve meses.

Fuente 1

Fuente 2