El arte de las piezas faltantes
Las esculturas en bronce de Bruno Catalano se destacan porque donde debería haber un cuerpo, una camisa o un brazo, hay nada.
Este artista francés nació en 1960 y, aunque admiró el arte desde joven, no comenzó a esculpir sino hasta que tenía 30 años; autodidacta y de notable talento.
Sus esculturas representan viajeros y, desde que comenzó con arcilla, más de cien figuras llevan su marca registrada. Desde entonces ha tenido muchas exhibiciones en Francia, EE.UU., Inglaterra y China.
Las esculturas de Catalano revelan su deseo de capturar la atención del espectador a la vez que estampa su marca única. Estas asombrosas piezas, con sus cuerpos discontinuos y su falta determinada de volumen, invitan a mentalmente reconstituir sus límites.
Este artista francés nació en 1960 y, aunque admiró el arte desde joven, no comenzó a esculpir sino hasta que tenía 30 años; autodidacta y de notable talento.
Sus esculturas representan viajeros y, desde que comenzó con arcilla, más de cien figuras llevan su marca registrada. Desde entonces ha tenido muchas exhibiciones en Francia, EE.UU., Inglaterra y China.
Las esculturas de Catalano revelan su deseo de capturar la atención del espectador a la vez que estampa su marca única. Estas asombrosas piezas, con sus cuerpos discontinuos y su falta determinada de volumen, invitan a mentalmente reconstituir sus límites.
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