Cocodrilos bebé
Setenta millones de años después de su aparición en este planeta, los cocodrilos siguen siendo uno de los depredadores de agua dulce con más éxito en el mundo. Con muy pocos cambios desde la era de los dinosaurios, estos reptiles atacan en un instante, derribando grandes presas, como incautos ñúes y cebras.
Sin embargo, los cocodrilos tienen otro lado, del que rara vez se habla o siquiera se imagina. Son madres suave y dedicadas, y sus bebés son pequeños milagros que se comunican con ellas incluso cuando aún están dentro del huevo.
Sin embargo, los cocodrilos tienen otro lado, del que rara vez se habla o siquiera se imagina. Son madres suave y dedicadas, y sus bebés son pequeños milagros que se comunican con ellas incluso cuando aún están dentro del huevo.
Las madres cocodrilo ponen los huevos en un nido, a menudo uno al que regresan año tras año. Construyen el nido, ya sea en montones de vegetación y barro o, como las tortugas marinas, cavando un agujero en la arena. Durante alrededor de 90 días, las mamás cocodrilo cuidan el nido de los depredadores y otros peligros. El nido actúa como una incubadora, manteniendo los huevos a una temperatura estable que les permita desarrollarse.
A diferencia de la mayoría de otros animales, el sexo de los bebés no está determinado por la genética, sino que es definido por el calor del nido. Si la arena o la vegetación está un poco más tibia o más fría en las diferentes capas, hace una diferencia en términos de cuántos machos o hembras nacen: los machos nacen a ciertas temperaturas, y las hembras a otras.
Con 40 huevos o más en un nido, hay un montón de bebés a nacer para que la mamá cocodrilo cuide. Sorprendentemente, los cocodrilos bebés "hablan" a sus madres, mientras están todavía en el huevo. Los investigadores Vergne y Mathevon de la Universidad Jean Monnet en Saint-Etienne, Francia, demostraron que, justo antes de la eclosión, que hacen ruidos como "umph, umph, umph", que actúan como una señal de que están prontos para nacer.
Cuando los demás cocodrilitos escuchan el sonido, comienzan a "hablar" también y la madre se acerca al nido para estar lista para el nacimiento. Los investigadores descubrieron que cada vez que reproducían estos sonidos de alta frecuencia a las madres, éstas comenzaban a cavar en la arena o a vigilarlos huevos, si ya estaban fuera del nido.
Este es un mecanismo único de supervivencia y ocurre ya que los cocodrilos bebé están en peligro por los depredadores desde el momento en que salen del huevo. Cuando hacen sus ruidos pre-natales es para asegurarse de que todos nacen en un lote y que tienen a su madre a mano para defenderlos.
Durante la eclosión, los bebés utilizan un "diente de huevo" al final de su hocico que les ayuda a romper la membrana interna del huevo y así salir. A veces la madre suavemente hace rodar el huevo en su boca para ayudar a romper la dura cáscara exterior.
La madre cocodrilo no sólo cuida el nido y los bebés antes de que nazcan sino quel los sigue protegiendo después. Los bebés necesitan llegar al agua para estar seguros lo más rápidamente posible, por lo que mamá los lleva -a menudo en la boca- a una zona de cría. ¡Imagínense transportar a 15 bebés en la boca! Mamá cocodrilo puede. La piel de su mandíbula inferior se extiende para hacer una cuna para los pequeños.
Los bebés y los adultos siguen comunicándose después del nacimiento, llamándose unos a otros en la edad adulta con hasta 18 sonidos diferentes. De esta manera, si un bebé se aleja del grupo puede ser guiado de regreso por los demás o su madre puede ir a protegerlo.
Contrariamente a lo que algunos creen, las madres cocodrilos no canibalizan a sus crías, sino que de manera activa los protegen antes, durante y después del nacimiento. Sin embargo, uno de los mayores peligros para los bebés proviene de otros cocodrilos. Se comen a las crías de otros cocodrilos, sobre todo cuando la población es saludable y más bebés no son necesarios. Cuando la población es baja, este comportamiento disminuye significativamente.
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