Derribando mitos # 14
Existe una popular creencia que los perros envejecen siete años por cada año calendario porque la duración de la vida de un perro es aproximadamente 1/7 con relación a la de un humano. Entonces, un perro de dos años corresponde a un adolescente humano de 14 años en términos de su proceso de envejecimiento.
Este modelo, sin embargo, es completamente incorrecto. En realidad, determinar la edad exacta de un perro en particular, relativo a una escala humana, es mucho más complejo que eso; ya que la proporción de los años del can con respecto al humano varía según el peso, la raza y el estado de salud del perro.
El envejecimiento canino es mucho más rápido durante los dos primeros años del perro comparado a los primeros catorce años de un humano. Resulta que, para muchas razas, el primer año de vida de un perro equivale a 14-15 años humanos. Luego, dependiendo del tamaño del perro en kilos típicos para su raza, el mismo número de años corresponde a diferente número de años humanos, variando mucho esta escala de acuerdo a la raza que sea.
Hay cuatro principales grupos de perros que tienen diferente proporción para trasladar años caninos a años humanos: perros pequeños (9 kg o menos), perros medianos (de 9.5 kg a 22 kg), perros grandes (de 23 a 40 kg) y razas gigantes (más de 40 kg).
Los perros grandes maduran más lentamente pero a la edad de 5 años se consideran entrados en años, mientras que las razas pequeñas y miniatura no se consideran "de edad" hasta que cumplen 10 años.
Entonces, luego de los primeros dos años, la proporción es de aprox. 5 a 1 (5 años caninos a un año calendario) para razas pequeñas y medianas, y 6-7 a 1 para razas grandes y gigantes. Así es que 10 años de edad de un Gran Danés se considerarían 80 años en la escala de edad humana, mientras que la de un Pug sería solo de 64.
Así que la conclusión es que la vieja regla de que un año del perro corresponde a siete años de una vida humana no es del todo exacta.
La proporción es mayor durante los primeros años de vida del perro y disminuye a medida que el perro envejece.
Fuente
Este modelo, sin embargo, es completamente incorrecto. En realidad, determinar la edad exacta de un perro en particular, relativo a una escala humana, es mucho más complejo que eso; ya que la proporción de los años del can con respecto al humano varía según el peso, la raza y el estado de salud del perro.
El envejecimiento canino es mucho más rápido durante los dos primeros años del perro comparado a los primeros catorce años de un humano. Resulta que, para muchas razas, el primer año de vida de un perro equivale a 14-15 años humanos. Luego, dependiendo del tamaño del perro en kilos típicos para su raza, el mismo número de años corresponde a diferente número de años humanos, variando mucho esta escala de acuerdo a la raza que sea.
Hay cuatro principales grupos de perros que tienen diferente proporción para trasladar años caninos a años humanos: perros pequeños (9 kg o menos), perros medianos (de 9.5 kg a 22 kg), perros grandes (de 23 a 40 kg) y razas gigantes (más de 40 kg).
Los perros grandes maduran más lentamente pero a la edad de 5 años se consideran entrados en años, mientras que las razas pequeñas y miniatura no se consideran "de edad" hasta que cumplen 10 años.
Entonces, luego de los primeros dos años, la proporción es de aprox. 5 a 1 (5 años caninos a un año calendario) para razas pequeñas y medianas, y 6-7 a 1 para razas grandes y gigantes. Así es que 10 años de edad de un Gran Danés se considerarían 80 años en la escala de edad humana, mientras que la de un Pug sería solo de 64.
Así que la conclusión es que la vieja regla de que un año del perro corresponde a siete años de una vida humana no es del todo exacta.
La proporción es mayor durante los primeros años de vida del perro y disminuye a medida que el perro envejece.
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