Casa en la torre del agua
En Steenokkerzeel, Bélgica, Patrick Mets director de finanzas y recursos humanos de Aremis- construyó la casa de sus sueños en una torre de agua fuera de servicio cerca del aeropuerto de Bruselas.
Lo habían fascinado las torres de agua desde que era adolescente, le encantaba la forma de éstas y quería una para su propio hogar. Compró el edificio en 1996 por € 30.000 (unos USD 43.000 en ese entonces), luego de años de viajes de fin de semana en su moto buscando la torre correcta. Tenía rotas las ventanas y la mampostería estaba en ruinas, pero coincidía con su visión.
La torre tiene 450 m² de superficie con una altura de 30 m, conservando numerosos detalles originales como sus escaleras y cielorrasos de concreto así como un inmenso depósito de agua, sin el agua, claro.
"Queríamos que la esencia de la torre de agua permaneciera intacta", dijo Mauro Brigham, de Bham Design Studio, el arquitecto responsable por la restauración y el diseño interior.
"Algunas torres de agua están completamente vacías", dijo Mets. "Pero ésta tenía seis pisos que, junto con sus ocho columnas de concreto, ayudaban a sostener el depósito de agua en la parte superior, que podía contener 250.000 litros", expresó. "Empecé imaginando cada planta como un espacio independiente".
Luego de cinco años y 2.1 millones de dólares, en 2009, la restauración estaba completa, bautizándose la nueva casa Château d’eau. El nivel superior alberga una elegante cocina, sala de estar con muebles angulares que contrastan con la forma circular de la torre, el nivel inferior alberga el dormitorio principal. En la totalidad del cuarto piso se encuentra el baño, con la ducha en el centro de la torre donde el agua fluía en el pasado. El tercer nivel es para las dos hijas de Mets, con muebles y ropa de cama de colores.
La entrada principal abarca el primer y segundo nivel, que también funciona como un garaje para dos coches en invierno, así como sala de depósito y alacena. Debido a la insonorización de alta tecnología de la torre, el deck en el techo es el único espacio en la casa donde la familia puede oír el rugido de los aviones que despegan y aterrizan en el aeropuerto cercano.
También ofrece un excelente mirador para observar el paisaje de campos de maíz , pasturas y prados, así como el punto de encuentro para las barbacoas de verano de la familia.
Lo habían fascinado las torres de agua desde que era adolescente, le encantaba la forma de éstas y quería una para su propio hogar. Compró el edificio en 1996 por € 30.000 (unos USD 43.000 en ese entonces), luego de años de viajes de fin de semana en su moto buscando la torre correcta. Tenía rotas las ventanas y la mampostería estaba en ruinas, pero coincidía con su visión.
La torre tiene 450 m² de superficie con una altura de 30 m, conservando numerosos detalles originales como sus escaleras y cielorrasos de concreto así como un inmenso depósito de agua, sin el agua, claro.
"Queríamos que la esencia de la torre de agua permaneciera intacta", dijo Mauro Brigham, de Bham Design Studio, el arquitecto responsable por la restauración y el diseño interior.
"Algunas torres de agua están completamente vacías", dijo Mets. "Pero ésta tenía seis pisos que, junto con sus ocho columnas de concreto, ayudaban a sostener el depósito de agua en la parte superior, que podía contener 250.000 litros", expresó. "Empecé imaginando cada planta como un espacio independiente".
Luego de cinco años y 2.1 millones de dólares, en 2009, la restauración estaba completa, bautizándose la nueva casa Château d’eau. El nivel superior alberga una elegante cocina, sala de estar con muebles angulares que contrastan con la forma circular de la torre, el nivel inferior alberga el dormitorio principal. En la totalidad del cuarto piso se encuentra el baño, con la ducha en el centro de la torre donde el agua fluía en el pasado. El tercer nivel es para las dos hijas de Mets, con muebles y ropa de cama de colores.
La entrada principal abarca el primer y segundo nivel, que también funciona como un garaje para dos coches en invierno, así como sala de depósito y alacena. Debido a la insonorización de alta tecnología de la torre, el deck en el techo es el único espacio en la casa donde la familia puede oír el rugido de los aviones que despegan y aterrizan en el aeropuerto cercano.
También ofrece un excelente mirador para observar el paisaje de campos de maíz , pasturas y prados, así como el punto de encuentro para las barbacoas de verano de la familia.
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