Las diminutas musarañas

Foto: Andrés Miguel Domínguez

Las musarañas son unos mamíferos muy chiquitos que se alimentan de insectos y que aunque se parecen a un ratón, en realidad están emparentados con los topos. La mayor de las musarañas sólo llega a medir 15 cm de largo, con un peso que no excede los 100 g.

Tienen ojos pequeños y un hocico largo con bigotes muy sensibles. Hay muchísimas especies de musarañas (más de 200) y la mayoría son terrestres, aunque también hay subacuáticas.

Viven en lugares con abundante humedad y vegetación, con la que tapizan las madrigueras que excavan.

Son extremadamente activas y voraces y cazan su alimento de noche y de día, pudiendo llegar a comer su propio peso en insectos a diario. También comen ocasionalmente arañas, gusanitos, lagartijas y caracoles. Para defenderse de sus depredadores poseen glándulas odoríferas con fuerte olor a almizcle que quitan las ganas de comérselas.

Las musarañas se encuentran en casi todo el mundo, aunque son muy difíciles de detectar. Tienen una vida corta, la mayoría no supera el año de vida.

Es una especie beneficiosa para los campos por su carácter de animal insectívoro, siendo un animal cuya supervivencia podría verse afectada de no adoptarse prevenciones especiales.