Instinto maternal

Goldie, una pequeña y bien cuidada shih-tzu, fue descubierta en una zanja en Carolina del Sur, EE.UU., por una oficial de control de animales, que al principio pensó que la perrita estaba en problemas. Al final resultó que la perra estaba cuidando a un pequeño gatito, que de alguna manera terminó en la espesura.

A mediados de mayo, la oficial Michelle Smith oyó a un pequeño perro aullando desde el fondo de un terraplén escarpado y muy boscoso detrás de un Home Depot.

La oficial bajó al barranco donde vio una bola de pelo en una maraña de zarzas. Cuando Smith dio un vistazo más de cerca, descubrió que la pequeña shih-tzu en los arbustos en realidad estaba protegiendo a un gatito pequeñito, que mamaba su leche.

Las dos han formado un vínculo especial, con Goldie asumiendo el papel de una madre amorosa en esta improbable relación.

Siempre que Kate llegaba demasiado cerca del borde de la jaula, Goldie la recogía por el pescuezo y la llevaba a un lugar seguro.

Las dos fueron llevadas a un refugio de animales de la zona, donde un veterinario determinó que la shih-tzu apodada Goldie tenía por lo menos 5 años de edad, mientras que la gatita, llamada Kate, tenía sólo cinco semanas de edad.

La historia de la perrita shih-tzu es un misterio. El personal del refugio dice que su pelaje bien cuidado y el collar que llevaba sugieren que solía ser la mascota de alguien, pero nadie se presentó para reclamarla.

La historia de Goldie y Kate tiene un final feliz. Después de pasar algún tiempo en el refugio, ambas fueron adoptadas por una familia, juntas.

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