Más tráfico de animalitos

Es horrible cómo el ser humano se aprovecha de quienes no pueden defenderse. Estos dos casos que vamos a ver ocurrieron en setiembre de este año.

En el aeropuerto de Rochambeau en Cayenne, Guyana Francesa, un viajero neerlandés fue atrapado tratando de contrabandear doce picaflores vivos que llevaba en una especie de bolsa cosida por el lado de adentro de sus pantalones, a la altura de los genitales.

Los pajaritos habían sido envueltos de a uno en tela pegada con cinta para evitar que escaparan de su sudoroso contenedor de viaje.

Afortunadamente para los pequeñines, las autoridades notaron que el hombre se comportaba de manera sospechosa y fue detenido por oficiales aduaneros.

Cuando le sacaron el pantalón, descubrieron a las desdichadas avecillas alineadas al frente. No se cree que las hubieran sedado.

El hombre fue arrestado y todos los pajaritos sobrevivieron.







Dos oficiales de la Comisión de Vida Silvestre de Florida, EE.UU., sorprendieron a dos hombres cuando salían del Lago Apopka con un par de sacos llenos de aligátores recién nacidos... nada menos que 260.

Desgraciadamente, hay un mercado ilegal para estos jóvenes reptiles, y la gente que participa en este tipo de caza furtiva no tiene respeto por los recursos que poseen los oficiales ni las leyes que protegen a los animales.

Los delincuentes fueron arrestados y los bebés devueltos vivos al lago.

Fuente 1
Fuente 2

Confiscados en aduana # 1
Confiscados en aduana # 2
Reptiles de contrabando

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