Aceites # 1
Actualmente existen muchas clases de aceites comestibles, parece que de cada planta, semilla, fruta o raíz se extrae aceite! Vamos a hacer una recorrida por los mejores.El aceite de colza, o raps, (Brassica napus) es el más valorado para cocinar. Contiene omegas 3, 6 y 9, ácidos grasos esenciales, por lo que es estupendo para la salud del corazón y del cerebro y la movilidad articular.
Es también una rica fuente natural de vitamina E, esencial para una piel saludable y un fuerte sistema inmunológico. Es alto en grasas monoinsaturadas y con menos de la mitad de las grasas saturadas que elevan el colesterol que tiene el aceite de oliva.
Es uno de los pocos aceites naturales que puede ser usado para freír a altas temperaturas sin que se estropeen sus antioxidantes, carácter, color y sabor.
El mejor "todoterreno" es el aceite de oliva, una gran fuente para proteger el corazón y reducir el colesterol, así como de antioxidantes que combaten los radicales libres, protegiendo al cuerpo del envejecimiento prematuro y el cáncer.
Puede ser utilizado para cocinar hasta temperaturas de 180º y su sabor es lo suficientemente suave como para usarse en la mayoría de los platos. Sin embargo, el aceite de oliva extra virgen (que es extraído de la primera prensada) no es tan estable por lo que es mejor utilizarlo frío.
El mejor aceite para presupuestos ajustados es el de girasol. Barato, fácil de encontrar y una gran fuente de antioxidantes y de ácidos grasos poliinsaturados omega 6, que reducen el colesterol. Sin embargo, posee muy pocos omega 3 por lo que si se acostumbra usar este aceite con frecuencia, hay que asegurarse de recibir estos ácidos en la dieta por otro medio para equilibrar.
El aceite de girasol es químicamente estable, es adecuado para freír pero es conveniente no reutilizar el aceite más de un par de veces ya que el recalentamiento puede resultar en la formación de ácidos grasos trans que elevan el colesterol y aumentan la incidencia de algunos cánceres.
El mejor para altas temperaturas es el aceite de maní. Posee un alto punto de humo (temperatura hasta la que se puede calentar sin que comience a descomponerse) lo que lo hace ideal para asar al horno y freír.
Es muy versátil y tiene un sabor muy neutro y suave, perfecto para utilizar en platos orientales que frecuentemente combinan delicados sabores. Hay que tener cuidado sin embargo ya que muchas personas son alérgicas al maní.
(Continuará)
Puede ser utilizado para cocinar hasta temperaturas de 180º y su sabor es lo suficientemente suave como para usarse en la mayoría de los platos. Sin embargo, el aceite de oliva extra virgen (que es extraído de la primera prensada) no es tan estable por lo que es mejor utilizarlo frío.
El mejor aceite para presupuestos ajustados es el de girasol. Barato, fácil de encontrar y una gran fuente de antioxidantes y de ácidos grasos poliinsaturados omega 6, que reducen el colesterol. Sin embargo, posee muy pocos omega 3 por lo que si se acostumbra usar este aceite con frecuencia, hay que asegurarse de recibir estos ácidos en la dieta por otro medio para equilibrar.
El aceite de girasol es químicamente estable, es adecuado para freír pero es conveniente no reutilizar el aceite más de un par de veces ya que el recalentamiento puede resultar en la formación de ácidos grasos trans que elevan el colesterol y aumentan la incidencia de algunos cánceres.
El mejor para altas temperaturas es el aceite de maní. Posee un alto punto de humo (temperatura hasta la que se puede calentar sin que comience a descomponerse) lo que lo hace ideal para asar al horno y freír.
Es muy versátil y tiene un sabor muy neutro y suave, perfecto para utilizar en platos orientales que frecuentemente combinan delicados sabores. Hay que tener cuidado sin embargo ya que muchas personas son alérgicas al maní.
(Continuará)
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