Empezó el Mundial
Uruguay fue elegido por unanimidad aunque ésto no significó el apoyo europeo, quienes boicotearon la organización argumentando que no podían solventar el viaje. A pesar de que Uruguay se ofreció a costear los gastos, muy pocos países de Europa acudieron a la cita.
Uruguay y otros países americanos no se presentaron al torneo debido al boicot sufrido en el anterior Mundial.
Como ya el mundo observaba con atención a los Mundiales -que se habían convertido en un gran acontecimiento-, el líder fascista Benito Mussolini usó el torneo para exaltar el nacionalismo. Varios jugadores del equipo italiano reconocieron haber jugado la final bajo amenazas del Duce.
Los equipos americanos, a excepción de Brasil y Cuba, nuevamente boicotearon el torneo luego de que fuera otorgada la sede a un país europeo a pesar del compromiso inicial de alternar la sede entre ambos continentes.
España no se presentó debido a la Guerra Civil y tampoco lo hicieron China y Japón debido a la segunda guerra chino-japonesa. Austria tuvo que retirarse tras el Anschluss.
Mussolini, fiel a su estilo, envió un telegrama antes de la final al DT de su selección, Vittorio Pozzo, que sólo decía "Vencer o morir". Además, obligó a sus jugadores a vestir para la final camisetas negras, símbolo de guerra del fascismo italiano.
1950 en Brasil
Como la mayoría de los países europeos estaban devastados por la guerra, ninguno tenía la capacidad para organizar el torneo, por lo que Brasil presentó su candidatura y fue electo por la FIFA para realizar la Copa Mundial de Fútbol de 1950.
La India se retiró del torneo por querer que sus jugadores jugaran descalzos y Argentina por decisión interna. Inglaterra participó por primera vez.
La final la disputarían Brasil y Uruguay; todo estaba listo en el Estadio Maracaná para las celebraciones del triunfo brasileño ante cerca de 175.000 espectadores, los diarios locales ya habían anunciado el partido como el de la primera victoria mundial de Brasil. Pero los uruguayos lograron derrotar a los brasileños y coronarse campeones, después de remontar un 1:0 inicial, para acabar con un 1:2. El llamado Maracanazo es considerado como una de las más grandes hazañas en la historia del deporte.
La selección brasileña después del Maracanazo decidió cambiar el color blanco de su camiseta por el actual amarillo con ribetes verdes.
1954, realizado en Suiza
Durante los cuartos de final, el Equipo de Oro (Hungría) se enfrentó a la selección brasileña, dos de las mejores escuadras del torneo. El partido se convirtió en uno de los encuentros más infames de la historia: la excesiva violencia hizo que fuera conocido tradicionalmente como la Batalla de Berna, en la que participaron tanto jugadores como DTs.
1958, en Suecia, primer torneo en ser transmitido por TV.
El poco conocido Pelé era la gran promesa brasileña, pese a que no pudo debutar sino hasta el partido de cuartos de final debido a una lesión en la rodilla.
Pelé, ya convertido en uno de los mejores jugadores del momento, no pudo participar debido a una lesión a comienzos del evento, pero la magia de Garrincha llevaría al equipo brasileño a levantar por segunda vez la Copa.
1966, disputado en Inglaterra
Nacía Willie, la primera mascota en un Mundial.
Los locales enfrentaban a Alemania Federal en la final en Wembley. Se llegó a alargue tras el empate y en el minuto 101, tiro de Inglaterra al arco que el golero despeja. Sin embargo, el juez cobró gol; y hasta el día de hoy se mantiene la polémica de si la pelota cruzó completamente la línea o no.
1970 en México
Alemania, exhausta tras el partido ante Inglaterra y con Franz Beckenbauer lesionado, no pudo aguantar la presión de Brasil y fue derrotada por 4:3. Un monumento levantado posteriormente en el Estadio Azteca conmemora el llamado Partido del Siglo, considerado por muchos como el mejor de la historia.
Brasil derrotó a Italia en la final, adjudicándose para siempre el trofeo Jules Rimet, que se entregó al primer equipo en ganar tres veces el campeonato.
(Seguimos mañana!)
Fuente: Wikipedia
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