Lesiones curiosas en el fútbol
Vamos a repasar algunas de las lesiones más extrañas que se han producido en el mundo del fútbol en los últimos tiempos.
El pasado fin de semana se produjo una imagen curiosa durante el enfrentamiento entre el Racing de Santander y el Mallorca en el Sardinero. En el segundo tanto de los locales (vencieron el encuentro por 2-0) Kennedy ejecutó un libre directo muy bien colocado y Dudu Aouate, uno de los mejores del conjunto bermellón esta temporada, no pudo llegar a despejar el balón. No obstante, el israelí, que se había lanzado algo dubitativo, se golpeó con la cara en el palo, y tuvo que ser sustituido.
A los dos días, el meta tuvo que ser operado después de sufrir una fractura desplazada del arco cigomático derecho de su rostro, y es probable que ya no pueda volver a jugar en lo que resta de temporada. Una curiosa lesión que, sin embargo, no llega, ni de lejos, a otras que resultaron mucho más ridículas, recogidas la mayoría de ellas en una lista elaborada por el Daily Sport, y que pasamos a recordar a continuación.
David Batty:
El ex centrocampista de Leeds, Blackburn y Newcastle se rompió el tendón de Aquiles por culpa de su hijo pequeño, quien lo embistió de lleno con su triciclo.
Dave Beasant:
En el 93 el portero, entonces en el Southampton, se destrozó el tendón del pulgar cuando le cayó una botella de salsa para la ensalada. Resultado: ocho semanas sin jugar.
Darren Bent:
El delantero del Aston Villa se cortó el tendón de una mano mientras pelaba unas cebollas en su etapa en el Tottenham.
Chic Brodie:
En el 70 el guardameta del Brentford se vio obligado a abandonar el fútbol tras un choque con un perro que había irrumpido en el terreno de juego.
Carlos Busquets:
El que fuera portero del Barcelona también vivió una lesión extraña. La versión oficial, dada por el propio futbolista, decía que se había quemado las manos mientras estaba planchando; la extraoficial, que fue tras un accidente de moto, medio de transporte prohibido entonces para todos los futbolistas del Barcelona.
Santi Cañizares:
El portero del Valencia se perdió el Mundial del 2002 después de que, supuestamente, se le resbalase un frasco de colonia en su habitación del hotel, que le dañó seriamente el pie cuando trató de evitar que impactase con el suelo.
Roy Carroll:
El meta del Odense, en su período en el West Ham, se lesionó en la rodilla cuando fue a recoger un balón dentro de su portería y se enredó con las redes.
Paulo Diogo:
El delantero suizo perdió un dedo de la mano cuando con el Servette celebró una asistencia yendo a la valla de separación de los aficionados, valla en la que se le quedó enganchado el anillo de boda. La acción encima fue sancionada con tarjeta amarilla por un árbitro que terminó buscando la parte del dedo perdida.
Kieron Dyer:
El ex del Newcastle estuvo lesionado por un par de semanas debido a un problema en el ojo: se fue a chocar contra un poste de la portería durante un entrenamiento.
Rio Ferdinand:
El central del Manchester United se dañó un ligamiento de la rodilla mientras miraba la televisión; mantuvo el pie demasiado tiempo apoyado sobre una mesilla, y cuando sonó el teléfono realizó un movimiento brusco que le causó el crack.
Sergio García:
El delantero ahora del Espanyol se lesionó en su temporada en el Betis al celebrar un gol marcado por él mismo; salió corriendo a toda velocidad y se lanzó de rodillas sobre el césped, lo que le provocó una lesión en la articulación. Sin duda, su ausencia durante un mes fue clave para el descenso del equipo bético.
David James:
El portero, actualmente en el Bristol, se dañó en una ocasión un músculo de la espalda mientras trataba de alcanzar el mando de la televisión, y en otra ocasión se hizo daño en el hombro tratando de pescar una carpa gigante. Lo de "Calamity" no viene sólo por sus hazañas en la portería.
El pasado fin de semana se produjo una imagen curiosa durante el enfrentamiento entre el Racing de Santander y el Mallorca en el Sardinero. En el segundo tanto de los locales (vencieron el encuentro por 2-0) Kennedy ejecutó un libre directo muy bien colocado y Dudu Aouate, uno de los mejores del conjunto bermellón esta temporada, no pudo llegar a despejar el balón. No obstante, el israelí, que se había lanzado algo dubitativo, se golpeó con la cara en el palo, y tuvo que ser sustituido.
A los dos días, el meta tuvo que ser operado después de sufrir una fractura desplazada del arco cigomático derecho de su rostro, y es probable que ya no pueda volver a jugar en lo que resta de temporada. Una curiosa lesión que, sin embargo, no llega, ni de lejos, a otras que resultaron mucho más ridículas, recogidas la mayoría de ellas en una lista elaborada por el Daily Sport, y que pasamos a recordar a continuación.
David Batty:
El ex centrocampista de Leeds, Blackburn y Newcastle se rompió el tendón de Aquiles por culpa de su hijo pequeño, quien lo embistió de lleno con su triciclo.
Dave Beasant:
En el 93 el portero, entonces en el Southampton, se destrozó el tendón del pulgar cuando le cayó una botella de salsa para la ensalada. Resultado: ocho semanas sin jugar.
Darren Bent:
El delantero del Aston Villa se cortó el tendón de una mano mientras pelaba unas cebollas en su etapa en el Tottenham.
Chic Brodie:
En el 70 el guardameta del Brentford se vio obligado a abandonar el fútbol tras un choque con un perro que había irrumpido en el terreno de juego.
Carlos Busquets:
El que fuera portero del Barcelona también vivió una lesión extraña. La versión oficial, dada por el propio futbolista, decía que se había quemado las manos mientras estaba planchando; la extraoficial, que fue tras un accidente de moto, medio de transporte prohibido entonces para todos los futbolistas del Barcelona.
Santi Cañizares:
El portero del Valencia se perdió el Mundial del 2002 después de que, supuestamente, se le resbalase un frasco de colonia en su habitación del hotel, que le dañó seriamente el pie cuando trató de evitar que impactase con el suelo.
Roy Carroll:
El meta del Odense, en su período en el West Ham, se lesionó en la rodilla cuando fue a recoger un balón dentro de su portería y se enredó con las redes.
Paulo Diogo:
El delantero suizo perdió un dedo de la mano cuando con el Servette celebró una asistencia yendo a la valla de separación de los aficionados, valla en la que se le quedó enganchado el anillo de boda. La acción encima fue sancionada con tarjeta amarilla por un árbitro que terminó buscando la parte del dedo perdida.
Kieron Dyer:
El ex del Newcastle estuvo lesionado por un par de semanas debido a un problema en el ojo: se fue a chocar contra un poste de la portería durante un entrenamiento.
Rio Ferdinand:
El central del Manchester United se dañó un ligamiento de la rodilla mientras miraba la televisión; mantuvo el pie demasiado tiempo apoyado sobre una mesilla, y cuando sonó el teléfono realizó un movimiento brusco que le causó el crack.
Sergio García:
El delantero ahora del Espanyol se lesionó en su temporada en el Betis al celebrar un gol marcado por él mismo; salió corriendo a toda velocidad y se lanzó de rodillas sobre el césped, lo que le provocó una lesión en la articulación. Sin duda, su ausencia durante un mes fue clave para el descenso del equipo bético.
David James:
El portero, actualmente en el Bristol, se dañó en una ocasión un músculo de la espalda mientras trataba de alcanzar el mando de la televisión, y en otra ocasión se hizo daño en el hombro tratando de pescar una carpa gigante. Lo de "Calamity" no viene sólo por sus hazañas en la portería.
(Continuará)
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