Viendo las estrellas

En una noche clara, la mayoría de las estrellas se ven blancas, con sólo algunas pocas que se ven rojas, amarillas y anaranjadas.

Esto se debe a que nuestos ojos tienen dos tipos de fotorreceptores: los bastones y los conos. El color lo vemos gracias a los conos, sin embargo, los conos no son muy sensibles a la luz, y debajo de un umbral fijo de sensibilidad dejan de responder del todo.

Los bastones, en cambio, son muy fotosensibles, incluso con muy bajos niveles de luz. Pero los bastones sólo responden al blanco y negro, o sea, monocromáticamente.

Cuando uno mira estrellas, ve las más brillantes a simple vista, o al concentrar la luz estelar en la retina por medio de un telescopio, esta luz puede estar por encima del umbral de sensibilidad al color de los conos lo que nos permite observar los colores de la estrella, pero para las miles de estrellas más tenues, sólo los monocromáticos bastones pueden ver algo, pero no pasan información de color a la corteza visual del cerebro.