En la guarida

Los osos polares no hibernan en el estricto sentido de la palabra. En la verdadera hibernación, el animal experimenta un marcado descenso de su ritmo cardíaco y de su temperatura corporal, permaneciendo generalmente por un largo período en la madriguera.

Sólo las hembras preñadas entran en un estado similar a la hibernación, en que su metabolismo se enlentece pero su temperatura es un poquito más alta de lo normal.

Entran en la guarida -construida por ellas en la nieve- luego de alimentarse abundantemente en agosto y setiembre (durante el otoño boreal), dan a luz en noviembre o diciembre y emergen en marzo o abril,  cuando los cachorros son lo suficientemente grandes para hacer una pequeña excursión.

Las osas permanecen activas mientras están en la osera, dependiendo de su grasa almacenada para obtener energía.