Axolotes
Los axolotes son animales anfibios con cola, endémicos de México. Son bonitos y graciosos y se han convertido en una mascota muy popular. En una época se los confundió con ejemplares de salamandra Tigre que no habían terminado la metamorfosis, pero hoy se sabe que son especies diferentes.
Su hábitat natural son lagos, canales y ríos de cuevas. Actualmente se encuentra en amenaza crítica de extinción debido a la introducción de peces no autóctonos, que se comen los huevos de los axolotes y las crías, y también a la explotación indiscriminada para la medicina tradicional.
Son veloces y generalmente se mueven caminando por el fondo del acuario, rara vez nadan. Pueden llegar a medir entre 25 y 30 cm cuando son adultos.
Son de carácter apacible pero es recomendable tener uno solo en un acuario ya que son sensibles a contagios, a estrés y sus branquias son muy llamativas y otros animales se las pueden morder.
Es importante que el acuario esté ubicado en un lugar tranquilo, que no tenga mucha luz y que la temperatura del agua no exceda los 20ºC. Hay que cuidarlos de hongos y bacterias y la limpieza del agua es esencial. Las piedras no deben tener bordes afilados porque podrían lastimar la lisa piel del animal, sin escamas ni caparazón.
Los axolotes no tienen muy buena vista y cuando se los alimenta, hay que moverles la comida. Son carnívoros y se les puede dar alimento vivo (como lombrices chiquitas o larvas de mosquito) o alimento seco (alimento para tortugas de agua).
Por la manera que posee de alimentarse (aspirando el agua de súbito) no es conveniente que el alimento se vaya al fondo ya que puede tragar piedras, causándole la muerte. Tampoco hay que darles gránulos que floten porque contienen aire, lo que hace que el animalito se hinche. No se los debe sobrealimentar.
Existen diferentes colores de axolotes. Hace unos quince años, tuve dos; uno negro y el otro albino, llamados Paco y Simón, adorables criaturas.
Su hábitat natural son lagos, canales y ríos de cuevas. Actualmente se encuentra en amenaza crítica de extinción debido a la introducción de peces no autóctonos, que se comen los huevos de los axolotes y las crías, y también a la explotación indiscriminada para la medicina tradicional.
Son veloces y generalmente se mueven caminando por el fondo del acuario, rara vez nadan. Pueden llegar a medir entre 25 y 30 cm cuando son adultos.
Son de carácter apacible pero es recomendable tener uno solo en un acuario ya que son sensibles a contagios, a estrés y sus branquias son muy llamativas y otros animales se las pueden morder.
Es importante que el acuario esté ubicado en un lugar tranquilo, que no tenga mucha luz y que la temperatura del agua no exceda los 20ºC. Hay que cuidarlos de hongos y bacterias y la limpieza del agua es esencial. Las piedras no deben tener bordes afilados porque podrían lastimar la lisa piel del animal, sin escamas ni caparazón.
Los axolotes no tienen muy buena vista y cuando se los alimenta, hay que moverles la comida. Son carnívoros y se les puede dar alimento vivo (como lombrices chiquitas o larvas de mosquito) o alimento seco (alimento para tortugas de agua).
Por la manera que posee de alimentarse (aspirando el agua de súbito) no es conveniente que el alimento se vaya al fondo ya que puede tragar piedras, causándole la muerte. Tampoco hay que darles gránulos que floten porque contienen aire, lo que hace que el animalito se hinche. No se los debe sobrealimentar.
Existen diferentes colores de axolotes. Hace unos quince años, tuve dos; uno negro y el otro albino, llamados Paco y Simón, adorables criaturas.
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