Un caballo de teclas
Un artista alemán creó un caballo mecedora gigante con 18.000 teclas de computadora recicladas, para condenar nuestra obsesión con el mundo tecnológico.
La increíble escultura, titulada Hedonismo Troyano, se basa en el caballo de madera de la mitología griega, que los griegos usaron para ingresar en la ciudad de Troya sin ser descubiertos.
La instalación trae la leyenda antigua a la era técnica, utilizando el virus de Internet del mismo nombre para criticar más ampliamente la naturaleza hedonista de la cultura contemporánea y la era de la información.
Mediante las teclas, que están dispuestos en un gradiente de colores desde el blanco marfil al amarillo-nicotina, Babis Pangiotidis critica cómo la World Wide Web ha infectado todos los aspectos de la vida. Desde Facebook hasta compras en línea o citas por Internet, Internet es una obsesión, opina el artista.
Además de las teclas de teclados, la obra de este artista residente en Nuremberg está hecha de resina reciclada y cables de ordenadores viejos, montada sobre una base basculante de madera.
La obra de arte también sugiere que esta sobrecarga de tecnología nos dirige lejos de las auténticas relaciones o interacciones con el mundo real y la naturaleza.
La increíble escultura, titulada Hedonismo Troyano, se basa en el caballo de madera de la mitología griega, que los griegos usaron para ingresar en la ciudad de Troya sin ser descubiertos.
La instalación trae la leyenda antigua a la era técnica, utilizando el virus de Internet del mismo nombre para criticar más ampliamente la naturaleza hedonista de la cultura contemporánea y la era de la información.
Mediante las teclas, que están dispuestos en un gradiente de colores desde el blanco marfil al amarillo-nicotina, Babis Pangiotidis critica cómo la World Wide Web ha infectado todos los aspectos de la vida. Desde Facebook hasta compras en línea o citas por Internet, Internet es una obsesión, opina el artista.
Además de las teclas de teclados, la obra de este artista residente en Nuremberg está hecha de resina reciclada y cables de ordenadores viejos, montada sobre una base basculante de madera.
La obra de arte también sugiere que esta sobrecarga de tecnología nos dirige lejos de las auténticas relaciones o interacciones con el mundo real y la naturaleza.
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