Prisión de Karostas
La Prisión Karostas, ubicada en Liepaja, Letonia, es una prisión de la que ningún prisionero jamás escapó y es considerada aún más impresionante que la de Alcatraz en Estados Unidos.
Aunque Karostas ya no se utiliza como prisión, los huéspedes pagan el alojamiento para quedarse aquí y que los traten como si estuvieran en una cárcel, durmiendo en una litera de prisión o una cama de hierro, con comida de prisión. La gente paga por la oportunidad de experimentar qué se siente ser abusados como si hubieran sido encarcelados en una prisión de la KGB circa 1986.
El edificio fue construido alrededor de 1900 y hasta 1997 se usó como prisión militar.
Después de hacer el check-in con un guardia grande y áspero, los "prisioneros" son despojados de todo sus equipaje (salvo un cepillo de dientes), se les informan las reglas y luego son forzados a ponerse en cuclillas, las manos detrás de la cabeza, en un pasillo oscuro y mohoso.
Después de más abuso verbal y un examen médico, los clientes son fotografiados y se les entrega un "pasaporte de la cárcel". Cualquier desacato en este proceso inicial y te encontrarás en confinamiento solitario durante 5 minutos completos.
Luego de esta cálida bienvenida, a los huéspedes se les da una deliciosa comida de pan viejo de centeno, un pepinillo, y té dulce ruso antes de ser obligados a transportar una pesada plataforma a una celda común y hacer la cama de acuerdo a los códigos del ejército.
Luego tienen cuatro minutos de tiempo libre, que generalmente se usan para hacer un viaje hasta tres agujeros sucios en el suelo utilizados como inodoros, con una canilla que gotea para cepillarse los dientes.
Después de eso, se apagan las luces y hay que hacer silencio, a menos que el personal decida sacar a los huéspedes para que realicen labores manuales.
A las 7.30 la siguiente mañana los prisioneros son inmediatamente expulsados de sus camas sin desayuno.
Suena divertido?
La prisión se considera un lugar de culto para despedidas de soltero.
Aunque Karostas ya no se utiliza como prisión, los huéspedes pagan el alojamiento para quedarse aquí y que los traten como si estuvieran en una cárcel, durmiendo en una litera de prisión o una cama de hierro, con comida de prisión. La gente paga por la oportunidad de experimentar qué se siente ser abusados como si hubieran sido encarcelados en una prisión de la KGB circa 1986.
El edificio fue construido alrededor de 1900 y hasta 1997 se usó como prisión militar.
Después de hacer el check-in con un guardia grande y áspero, los "prisioneros" son despojados de todo sus equipaje (salvo un cepillo de dientes), se les informan las reglas y luego son forzados a ponerse en cuclillas, las manos detrás de la cabeza, en un pasillo oscuro y mohoso.
Después de más abuso verbal y un examen médico, los clientes son fotografiados y se les entrega un "pasaporte de la cárcel". Cualquier desacato en este proceso inicial y te encontrarás en confinamiento solitario durante 5 minutos completos.
Luego de esta cálida bienvenida, a los huéspedes se les da una deliciosa comida de pan viejo de centeno, un pepinillo, y té dulce ruso antes de ser obligados a transportar una pesada plataforma a una celda común y hacer la cama de acuerdo a los códigos del ejército.
Luego tienen cuatro minutos de tiempo libre, que generalmente se usan para hacer un viaje hasta tres agujeros sucios en el suelo utilizados como inodoros, con una canilla que gotea para cepillarse los dientes.
Después de eso, se apagan las luces y hay que hacer silencio, a menos que el personal decida sacar a los huéspedes para que realicen labores manuales.
A las 7.30 la siguiente mañana los prisioneros son inmediatamente expulsados de sus camas sin desayuno.
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La prisión se considera un lugar de culto para despedidas de soltero.
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